viernes, 1 de agosto de 2014

Me embarco...

Me embarco…
He decidido embarcarme.
Me cansé de siempre elegir la colección de barquitos pequeña de mi repisa, hoy tengo ganas de viajar de veras.
¿El motivo? Tú.
Tu eres el grave problema que yo no sé resolver, y acabo siempre en tus brazos cuando me quieres tener…
Odio escribir respecto al amor, me huele a vino barato, ganas de deprimirse y a perro mojado. No lo soporto, no te soporto a ti, que con esa cara de niño inocente me manipulaste como mejor te ha convenido. No soporto quererte.
Me odio, sí, me odio. Me odio por quererte… Por eso he decidido embarcarme lejos bien lejos, donde no puedas encontrarme.
¿Qué problema tendremos nosotros los humanos? Que por más que sepamos que aunque por mucho que intentemos no nos irá bien, y de todos modos intentamos como sí ESTA VEZ fuese a funcionar… y ese “ESTA VEZ” se acumula con los otros “Esta vez” que has dicho anteriormente y volviste a fracasar, a tropezar de nuevo con la misma piedra, a volver a elegir seguir siendo el imbécil que espera que ESTA VEZ las cosas cambien.
Por eso he decidido embarcarme, he irme. Lejos muy lejos… Lejos de ti y de todo lo que me haga daño, lejos de tu barba de 4 días, áspera… que pincha mis mejillas pero que a la vez me fascina, de tu sonrisa risueña que todo lo arregla, de tu perfume… ese maldito veneno embriagador que usas porque sabes que me encanta, de todo… he decidido alejarme de ti, para no seguir quedando como la imbécil que siempre se vuelve a quedar a tu lado… que se destruye.
Todos me lo han dicho, y no lo he querido ver, no me daba cuenta por más que a gritos me lo dijeran, que no eras para mi, que no me hacías bien y que solo me causabas daño…

Por eso me despido de ti mi amor, con todo este dolor, para no volverte a ver; PUES HE DECIDIDO EMBARCARME… HE IRME LEJOS MUY LEJOS, LEJOS DE TI.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario